Informe Técnico

Tratamiento del aumento de presión arterial en la fase aguda del ictus. Recomendaciones de las Sociedades Catalanas de NeurologÍa y de Hipertensión Arterial

J.L. Tovar, J. Álvarez-Sabín, P. Armario, F. Rubio-Borrego, D. Escudero-Rubí, J. Bello-López, A. Roca-Cusachs, A. Oliveras, A. Martínez Amenós, A. Coca, A. Botey, A. Chamorro, A. Arboix DOI: https://doi.org/10.33588/rn.2912.99469 OPEN ACCESS
Volumen 29 | Número 12 | Nº de lecturas del artículo 18.557 | Nº de descargas del PDF 574 | Fecha de publicación del artículo 16/12/1999
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RESUMEN Artículo en español English version
Introducción Las alteraciones de la presión arterial (PA), especialmente la hipertensión arterial, son frecuentes en la fase aguda del ictus y la actitud terapéutica ante esta situación es controvertida, ya que si bien las cifras de presión muy elevadas se acompañan de un peor pronóstico, el descenso excesivo o rápido de la presión también puede asociarse con progresión del déficit neurológico.

Objetivo Consensuar la actitud terapéutica ante la elevación de las cifras de PA en la fase aguda del ictus, según los datos publicados y la experiencia de un grupo de expertos pertenecientes a las Sociedades Catalanas de Hipertensión y de Neurología. Métodos. Revisión de las principales recomendaciones publicadas en la literatura y discusión en sesiones de trabajo conjuntas.

Resultados Durante la fase aguda del ictus no deben de tratarse elevaciones moderadas de la PA. Se recomienda el tratamiento antihipertensivo cuando las cifras de PA son mantenidamente superiores a 220 mmHg de presión sistólica o 120 mmHg de presión diastólica en el ictus isquémico, y superiores a 180 mmHg de presión sistólica o 105 mmHg de presión diastólica en el ictus hemorrágico. El tratamiento y su monitorización es mejor si se realizan en Unidades de Ictus. Como tratamiento antihipertensivo, deben elegirse aquellos fármacos que no modifican sustancialmente el flujo sanguíneo cerebral o que no inducen vasodilatación de las arterias cerebrales.

Conclusiones Las modificaciones de la presión arterial, especialmente la hipertensión arterial, deben tratarse de forma muy cuidadosa durante la fase aguda del ictus, por el riesgo de inducir un empeoramiento de la lesión neurológica. Si está indicado el tratamiento, debe realizarse, a ser posible, en Unidades de Ictus
Palabras claveAccidente cerebral vascularAccidente cerebrovascularAccidente cerebrovascular isquémicoAccidente isquémicoAccidente vascularAccidente vascular cerebralAccidente vascular cerebral agudoApoplejíaEnfermedad cerebrovascularEnfermedad cerebrovascular agudaEnfermedad vascular cerebral isquémicaEnsayo clínicoEnsayo clínico aleatorizadoEnsayo clínico controladoEnsayo clínico doblemente ciegoEnsayo clínico multicéntricoFactor de riesgo vascularFármacoFármaco anticomicialFármaco anticonvulsivoFármaco antiepilépticoHematoma intracranealHemorragia intracranealHemorragia intraventricularHipertensiónHipertensión arterialIctusIctus agudoIctus hemorrágicoIctus isquémicoIctus transitorioIctus venosoIctus vertebrobasilarInfartoInfarto cerebralInfarto cerebral arterialInfarto cerebral venosoInfarto lacunarIsquemiaIsquemia cerebralIsquemia transitoriaIsquemia vertebrobasilarLagunaPatología cerebrovascular isquémicaPatología vascular cerebral isquémicaRehabilitaciónTerapéuticaTerapéutica físicaTratamientoTratamiento antihipertensivoTratamiento quirúrgicoTrombosis arterialTrombosis venosa CategoriasPatología vascular
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