Entrevista al Dr. Kulisevsky
Dr. Kulisevsky
Con motivo del Día Mundial del Parkinson, el Dr. Kulisevsky, Director del Servicio de Neurología del USP Instituto Universitario Dexeus, Jefe de la Sección de Trastornos del Movimiento del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona y Director
P. Clásicamente, la definición de la enfermedad de Parkinson se ha referido a su componente motor pero asistimos a la consideración creciente de sintomatología no motora, ¿en qué medida considera establecido que la enfermedad de Parkinson constituye un complejo sindrómico?
R. Cada vez queda más claro que la enfermedad de Parkinson se identifica clínicamente por su componente motor pero se acompaña e incluso puede comenzar por síntomas de tipo no motor que comprenden trastornos del olfato, del sueño, autonómicos y cognitivos
Entendiendo que los aspectos afectivos, cognitivos y los relacionados con el sueño son los más relevantes entre los trastornos no motores de la enfermedad de Parkinson, ¿estima que no son secundarios a una alteración primaria del sistema dopaminérgico?
También hemos aprendido que la dopamina es la responsable de los síntomas motores y, en alguna medida, de los cognitivos pero que la enfermedad de Parkinson puede considerarse como una verdadera degeneración multisistémica con afectación de los sistemas de neurotrasmisión colinérgica, serotonérgica y noradrenérgica.
Parece que parte del avance en la búsqueda de nuevas terapéuticas se encuentra en una encrucijada por cuanto ensayos clínicos de moléculas basadas en modelos animales del tipo MPTP no han dado buenos resultados, ¿podría criticarse la validez de los modelos animales más utilizados? ¿Las deficiencias de los modelos animales podrían derivar de su enfoque al sistema dopaminérgico?
Totalmente de acuerdo. Dado que la enfermedad afecta a más de un sistema de neurotrasmisión, es crucial contar con modelos que reproduzcan mejor la evolución de la enfermedad, combinando la lesión dopaminérgica con las otras lesiones reconocidas en la enfermedad de Parkinson.
En línea con la pregunta anterior, hay grandes expectativas en torno a la potencialidad de las terapias de reemplazo celular. Pero su hipótesis subyacente suele basarse en la implantación de neuronas dopaminérgicas. ¿Considera que los resultados podrían tropezar con las mismas dificultades que las moléculas desarrolladas sobre modelos como el MPTP?
Hoy en día contamos con eficientes métodos de reemplazo dopaminérgico, por supuesto, susceptibles de mejora. No creo que sea un avance crucial el reemplazo celular exclusivamente dopaminérgico.
Si la terapia celular fuera exitosa pero con las restricciones apuntadas en la pregunta anterior ¿cabría imaginar en un futuro enfermos de Parkinson curados del trastorno del movimiento pero presentando el resto del complejo sindrómico?
Totalmente de acuerdo.
Estas aproximaciones a la enfermedad de Parkinson pueden implicar que los abordajes terapéuticos convencionales sean insuficientes y que se requiera de equipos multidisciplinares para el tratamiento. ¿Lo consideraría usted así? ¿Serían viables con la actual estructura asistencial?
Hay que tender puentes que la propia enfermedad nos señala. No sólo deben aproximarse el laboratorio y la clínica mejorando la investigación translacional, sino que la colaboración clínica multidisciplinar (neurología, psiquiatría, neurocirugía) es fundamental en el abordaje terapéutico del enfermo con Parkinson.
Parece que se están dando las condiciones para que en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson se supere el concepto tradicional de terapéutica sintomática y se aplique el de gestión de la calidad de vida del paciente, ¿vamos en esta dirección?
Los estudios demuestran que la calidad de vida del paciente parkinsoniano se limita más por los factores no motores que por los motores. Esto debe ser tenido en cuenta en el diseño de nuevas terapéuticas.
¿Qué papel práctico está jugando la movilización desde los afectados y sus familias –tal vez el caso de Michael Fox sea el más conocido– para la sensibilización pública en relación con la enfermedad de Parkinson?
En nuestro país el movimiento asociativo de los pacientes y sus familiares ha resultado crucial para sensibilizar a la sociedad y a la Administración. Sin embargo, se debe profundizar en la implicación de agentes de gran peso social como las fundaciones y la empresa privada, además de la industria farmacéutica.
Prof. Dr. Juan V. Sánchez-Andrés
Depto. Médico, Viguera eds.
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